DON MIGUEL ENCOMIA LA FIGURA DE SIR ALFRED IGNATIUS FOX
Miguel de Unamuno, extraído de "El sentimiento trágico de la vida" (1912)
Tomad a Fox, al hombre Alfred Ignatius Fox, que ha nacido y
vive en la industrializada Gran Bretaña, ese hombre que sueña, siente y se
duele, ese hombre que, como todo hombre, anhela su alma inmortal. Ese hombre ha
escrito: “Pues si uno no fuma, no bebe no consume alimentos ricos en grasas y
azúcares, abomina de las carnes rojas, los pasteles, los helados y las
golosinas, erradica de su dieta la sal y las salsas especiadas, integra en sus
hábitos alimenticios el consumo de frutas y legumbres, practica una hora diaria
de ejercicios atléticos y suprime la visita dominical a casa de la madre
política, si un hombre hace todo esto, ¿qué fuerza hay en el mundo capaz de
arrebatarle la vida?”. Fox, el ciclópeo Fox, se postula eterno, inmortal,
perenne. Tu esencia, lector, y la mía, la del hombre Fox, la de cada hombre que
sea hombre, no es sino el conato, el esfuerzo que pone en seguir siendo hombre,
en no morir.
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